28 de mayo de 2012

La cómoda Máncora



... "La leyenda cuenta que Máncora fue descubierta por un hombre manco que a diario, y a la misma hora, visitaba una capilla muy chiquita para rezar. Con el tiempo, los habitantes identificaban al pueblo con el "manco y hora" . 

Dejando atrás la leyenda llegamos. Así que ahora vamos a contrastar lo que se dice con lo que experimentamos...Máncora, es una de las playas más turísticas de Perú, por lo tanto es común ver personas de diferentes partes del mundo, mientras los locales trabajan en función de este movimiento, a nosotros nos cuesta hablar por el ruido incesante de las motos-taxi que van y vienen por la Av. principal. Por ende, uno de los primeros análisis que hacemos es que es una ciudad armada para los viajeros con una dinámica similar a cualquier otro centro turístico, está bien pensada en función del consumo vacacional, principalmente para la fiesta (comer afuera, tomar un trago en la playa o salir hasta el amanecer en alguno de los tantos bares que hay alrededor de la costa).Cansados nos ubicamos en un rústico hostal en el centro de la ciudad.


Así que sin pensar y como merecida recompensa al largo viaje desde Lima visitamos la playa, ya que el clima es siempre apto para disfrutar de las olas con una temperatura promedio anual es de 28°. Descansando tuvimos un interesante descubrimiento, encontramos que la playa de esta localidad es el punto de encuentro de distintas realidades por allí se cruzan: los vendedores de cocos, de imanes, de pulseras, de comida,  los turistas europeos que están blancos sin un rayo de sol en su cuerpo, los surfers, todo esto transcurre sobre una arena limpia que espera el anochecer para ponerse su mejor vestido.

Pasan las horas y el hambre nos llama, como es sabido la gastronomía peruana es atractiva, comerla es una rica experiencia: desde el típico ceviche hasta las papas rellenas que se venden en la calle, pasando por los jugos de maracuya, uno puedo sentir que cumplió con sus papilas gustativas.
Los sabores invaden, la comida fresca es fresca, la caliente es picante...

 Cayendo la noche aparece la luna, la ciudad se transforma, las parejas, artesanos y algunos turistas locales toman las calles y en la playa las mesas con velas dan un marco romántico, pero como nos faltaban las parejas ya estábamos para cerrar el día cuando escuchamos el rumor:  "hay que esperar hasta  las 2 de la mañana, que a esa hora sueltan  a los gringos de los hostales y esto se pone se pone", afirmaban algunas voces. A la hora señala, y para nuestra sorpresa, una ola de turistas salen a las calles, entran a los bares y hacen de la noche un lindo zoológico.

Pero descreyendo del refrán: "Come mierda! 1oo.ooo millones de moscas no pueden estar equivocadas",seguimos buscando y así hallamos rastros de otra Máncora, un pequeño grupo de pescadores trabajando en un muelle gastado a las afueras de las ciudad curtidos por el sol, comiendo pescado crudo mientras observaban a los chicos jugar, esta secuencia transcurría bajo el inconfundible olor a pescado, el revoloteo de las aves y los gatos  que rasguñaban una porción de comida fresca.Todo nos confirmaba  la sensación de que en ese momento no había nada armado para el turístico, por el contrario sabíamos que estábamos frente a algo mas consistente. ¿Pero por qué, había tanto contraste con las sombrillas perfectas mirando al Pacifico? ¿Qué pasó? ¿Por qué hay tan poco rastro de los pescadores en la ciudad?.

Angela disfrutando de su propio lugar.
Con ese vació seguimos viaje, con el tiempo investigando encontramos que en menos de 15 años Mancora paso de ser una caleta de pescadores a un destino turístico internacional . Este proceso se aceleró principalmente por las inmigraciones de limeños, que llegaron con capital a consolidar un negocio y generar trabajo en el distrito.

Igual nosotros seguimos a las moscas y dejando sólo en intenciones el  cubrir fotográficamente el trabajo de los pescadores nos fuimos a la ciudad.
De todos modos las moscas algo nos enseñaron.
Nos pasaron la receta mas usada en Máncora :
- un variado grupo de amigos,
- una cucharada de fiesta,
- unas gotitas de surf,
- sol y playa a gusto,
- unos gramos de arena,
- hierbas a discreción,
- importante el vinagre de alcohol,
- una pizca de amor europeo,
- condimentar con bastante dinero,
- cocinar unos 10 días y walaa!!!
Y prepárese para disfrutar del plato: Máncora Paraíso Norteño.
 ADVERTENCIA: ..no experimentamos el costo real de la misma sí pudimos comprobar que es muy utilizada.


En fin, hay moscas,hay pescadores, hay verdades, hay para todos, hay que buscar, en un mundo de diversidad nos damos cuenta que elegimos lo cómodo. La vida es cambio por eso seguimos de viaje para que la próxima ves que nos encontremos frente a otra realidad consistente  dejemos las intenciones y  experimentemos a full.

Gracias por seguirnos en esta, nuestra experiencia mágica de estar vivos.


Yago y Juani

3 comentarios:

  1. Muy bueno chicos! Estoy haciendo lo mismo pero por el otro lado, estoy en Caracas ahora. Comparto nuestro blog: mochileandoporamerica.blogspot.com, dense una vuelta!

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  2. Que genialidad chicos!! muy buena cronica, me han hecho reir un tanto ya que es asi esa receta aparece en muchas ciudades y pueblos, ampliemos el menùuuuuu!!!
    Abrazos cosmicos chamitos!!!!
    Eri

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