21 de febrero de 2013


                                           …CAMINO a MOCOA…


Deseo contarles cómo llegamos desde Pasto a Mocoa. Nuestra forma de viajar no es la típica, con esto quiero decir que no andamos con un itinerario en particular y menos aún con un mapa encima, por lo tanto nos dejamos fluir bastante. Después de habernos quedado diez días en La Cocha decidimos ir a Pasto y tomarnos una buseta (combi) hasta Mocoa, la capital del departamento del Putumayo. Llegamos a la terminal, compramos  dos boletos y nos subimos en una típica buseta. Una vez comenzado el viaje las primeras dos horas fueron bastante movidas, nada fuera de lo normal, la carretera estaba en perfecto estado pero tenía alguna que otra curva pronunciada, una muchacha que iba en los asientos de adelante vomitó, por suerte para todos tenía una bolsa encima (costumbre típica cuando uno viaja por Colombia, o al menos por el sur). Entonces comenzamos a notar que un niño hablaba con una señora de lo que se venía, que no quería descomponerse, y la mujer le contaba sus trucos yo uso debajo del ombligo una soguita atada bien fuerte, como un cinturón, y no tengo problemas”…    

Nosotros seguíamos sin saber nada, relajados. Cuando el chofer paró a almorzar inocentemente le preguntamos si esta había sido la parte más movida, a lo que respondió “no prepárense, ahora nos quedan como 90 km que los hacemos en cinco horas”,  JA !!! Ahí las caras no fueron tan relajadas, nos terminamos de fumar un Piel Roja (cigarrillo sin filtro de producción colombiana que tiene ese particular nombre) para tranquilizar las energías, claro, nunca supimos que ahora íbamos a cruzar la cordillera andina a la vera del precipicio. Si bien el viaje es súper movido,  con niebla, ese día (para ponerle picante a la experiencia)  tocó una lluvia intensa (como chorros de agua que caían del cielo, no paraba), el camino muy transitado y angosto, con constante ida y venida de camiones grandes, tan grandes que la buseta se tenía que poner en el borde del precipicio (no exagero) para que puedan pasar, (ja no suma una)…además de todo esto el chofer sin mosquearse se creía Ayrton Sena, aceleraba y aceleraba.


Al principio cuando ingresas a la cordillera el cuerpo está en continuo movimiento, uno piensa que se va a acostumbrar, pero no, la cabeza se mueve de un lado para otro, el estómago comienza a fallar, aparece la transpiración fría y PAFF!!!…se te afloja todo, si bien es algo que sucede de manera física uno puede sentir y ver como tu compañero de viaje saca la cabeza por la ventana para que le caiga agua de lluvia en toda la cara y parte del cuello, porque no da más, risas aparte, nosotros llegamos a la conclusión que este lugar en particular cuenta con una energía muy fuerte, será porque está habitado por el pueblo originario Nasa y funciona  o mejor dicho para nosotros funcionó como lugar de limpieza o como filtro de la naturaleza para llegar limpios y frescos a Mocoa….