Ibagué nos esperaba… Salimos a las rutas colombianas a buscar un dedo (autostop) amigo; nos acomodamos cerca de una gasolinera en unos neumáticos que servían de cómodos puff mientras nos turnábamos en la ardua tarea, ya que el sol nos derretía como hielo en café con leche (ja, buena metáfora) .Las horas pasaban y los autos no frenaban, pero todo sucedía entre las risas de los
ciclistas cuando veían incrédulos que les pedíamos un aventón, nos miraban con
una cara “dónde quieres que te ponga”, y la sonrisa brotaba.
Además de estos efímeros contactos con los ocasionales ciclistas, intercambiamos algunas frases con un grupo de barrenderos quienes limpiaban la carretera, y espontáneamente hablaron con su jefe y nos regalaron dos viandas de comida con postre y bebida incluidos, que bien que comimos!!!, sabroso. Ya con la panza llena y una sonrisota nos terminamos subiendo a un bus que nos llevó por la poca plata que teníamos. Y así llegamos.
Además de estos efímeros contactos con los ocasionales ciclistas, intercambiamos algunas frases con un grupo de barrenderos quienes limpiaban la carretera, y espontáneamente hablaron con su jefe y nos regalaron dos viandas de comida con postre y bebida incluidos, que bien que comimos!!!, sabroso. Ya con la panza llena y una sonrisota nos terminamos subiendo a un bus que nos llevó por la poca plata que teníamos. Y así llegamos.
Arrancamos con algunos
datos de la hermosa Ibagué, es la Capital del Departamento de Tolima y está
ubicada en el centro del país, sobre la Cordillera Central de los Andes
Colombianos (entre el Valle del Magdalena y cerca del Nevado del Tolima),
además forma parte del Triángulo de oro de Colombia y Posee una Población de
600.000 habitantes, también cabe destacar que en esta ciudad se encuentra la
Universidad del Tolima, por lo tanto se siente y percibe el ambiente
universitario.
Nuestros anfitriones en
este trayecto del viaje fueron la Familia cirkustanzias
compuesta por Juan
Camilo, Ivonne, Kiwua, Bunkua y Chocolate (el perro) ... Durante dos semanas compartimos su
día a día...conocimos naturaleza, ríos brillantes, universidades llenas de
artes, vecinos hermosos, fuego, aire y sobre todo proyectos humanos hicieron de
la vida en Ibagué una experiencia que me sensibilizó para todo el viaje.
Comparto un pequeño fragmento de la historia de la familia cirkustanzias viajaron por tres años en bicicleta por todo Sudamérica, descubriendo la
respiración en cada pedaleada.... sus anécdotas son tan llenas de vida como
cada kilómetro que tienen recorrido, en sus miradas la sensibilidad, humildad y
la fortaleza de personas que saben que la existencia es más que un objetivo… Que
linda se expresa la vida cuando lo sutil tiene el espacio para ser.
...ESA FUE NUESTRA EXPERIENCIA EN IBAGUE...
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