24 de abril de 2013

...EL MEJOR ARQUERO DEL MUNDO...



En el camino.

Mundos surreales, en un mismo espacio 


Esta anécdota que les voy a narrar transcurrió en nuestra corta estadía en el Desierto de la Tatacoa (en el centro de Colombia), el contexto es el siguiente; armamos las carpas cerca del camino y prendimos un fueguito como para estar cálidos, tampoco hacía mucho frío, a lo lejos se avecinaba lluvia porque el cielo no paraba de sacar fotos con flash. En este caso no éramos dos, sino tres, ya que una querida amiga Lala estaba junto a nosotros compartiendo esta aventura que era el desierto.



                                                                                 
                                                                             
Después de una charla al lado del fuego, filosofando, intentando cambiar al mundo (casi lo logramos), nos quedamos dormidos por un rato, la llovizna nos despertó amenazando con empapar todo, pero quedó sólo en una amenaza (es extraño estar en el desierto en donde supuestamente llueve poco y que el agua sea una amenaza, ja).


Distintos pero parecidos.
Después de ese interín con el tema del agua,  reavivamos el fuego como para seguir hipnotizados y mantener el clima que se percibía, entre somnoliento y despierto, de vez en cuando alguno de los tres agregaba alguna palabra para mantener la charla, y de pronto se escuchó una voz constante que empezó a hablar, era Juani que estaba a mis espaldas, su voz era la mezcla perfecta entre la sorpresa con el dormir  (voy a ver si puedo aclarar esto así se imaginan el tono de la conversa que está por venir, vieron cuando uno se despierta después de un sueño profundo y cuenta lo que sucedió en el mismo momento y mientras va narrando su sueño se sorprende de todo lo que vivió, bueno, así era el tono de Juani) entonces dice: “soñé que era el mejor arquero del mundo, que pateaba penales y tiro libres, que era tan bueno que le decía a Messi ponete en el punto penal que yo pateo el tiro libre rebota en el travesaño y te la sirvo al pecho”… ja imaginen las caras en ese momento, mi amigo contando un sueño con lujo de detalles: que había arrancado su próspera carrera futbolística en el club Gimnasia de Jujuy, que había triunfado en el fútbol argentino y después en la selección, un crack, que terminaba ganando el mundial y era el mejor arquero del mundo…


Constante movimiento.
Un momento mágico, inmersos en un fuego confortable, con una energía diferente, entre amigos, disfrutando de la naturaleza, de la noche, del silencio, de unas ricas mandarinas, y como si esto fuera poco, saboreando un sueño con lujo de detalles, que más se le podía pedir al Desierto de la Tatacoa, en donde nació el mejor arquero del mundo.


Colores.
 Esta anécdota abre las puertas para inmiscuirse en el desierto que es una experiencia intensa (como me gusta esta palabra), es un lugar con mucha vida y movimiento, constantemente pasa algo, pocas cosas están quietas, además sorprenden los colores, si bien el que predomina es el rojo, sobretodo de la tierra, por momentos se mezcla todo (no se parece en nada al imaginario que tenía del desierto, pensé que era desolador) los pájaros, las hojas, las piedras, el viento, el sol, las raíces, las huellas, por momentos parecía que estuviese debajo del agua...
Un desierto de sombras, un lugar donde la luz se hace sentir, donde la imaginación crece y el tiempo parece ir mas lento, así que si vas para la Tatacoa llevá tus guantes así atajas todas esas hermosas historias que van a salir de tu imaginación..

Naturaleza en estado puro.






1 comentario:

  1. Excelente historia, y ni que hablar de las fotos. Yo creo que el cumpa se despertó de un sueño que estaba soñando dentro de otro sueño, que es ese tremendo viaje. Abrazo!
    Covi

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