Ibagué nos esperaba… Salimos a las rutas colombianas a buscar un dedo (autostop) amigo; nos acomodamos cerca de una gasolinera en unos neumáticos que servían de cómodos puff mientras nos turnábamos en la ardua tarea, ya que el sol nos derretía como hielo en café con leche (ja, buena metáfora) .Las horas pasaban y los autos no frenaban, pero todo sucedía entre las risas de los
ciclistas cuando veían incrédulos que les pedíamos un aventón, nos miraban con
una cara “dónde quieres que te ponga”, y la sonrisa brotaba.
Además de estos efímeros contactos con los ocasionales ciclistas, intercambiamos algunas frases con un grupo de barrenderos quienes limpiaban la carretera, y espontáneamente hablaron con su jefe y nos regalaron dos viandas de comida con postre y bebida incluidos, que bien que comimos!!!, sabroso. Ya con la panza llena y una sonrisota nos terminamos subiendo a un bus que nos llevó por la poca plata que teníamos. Y así llegamos.
Además de estos efímeros contactos con los ocasionales ciclistas, intercambiamos algunas frases con un grupo de barrenderos quienes limpiaban la carretera, y espontáneamente hablaron con su jefe y nos regalaron dos viandas de comida con postre y bebida incluidos, que bien que comimos!!!, sabroso. Ya con la panza llena y una sonrisota nos terminamos subiendo a un bus que nos llevó por la poca plata que teníamos. Y así llegamos.

Nuestros anfitriones en
este trayecto del viaje fueron la Familia cirkustanzias

...ESA FUE NUESTRA EXPERIENCIA EN IBAGUE...