Calles de tierra que se acomodan entre medio de las montañas, colores de todo tipo, el ya conocido cerro de los Siete Colores y acostado por detrás del pueblo se encuentra El Colorado, conquistado por los interminables cactus que marcan la cercanía con el sol.
El clima por estas latitudes es contrastante, palabra que en esta publicación ya utilicé, de día el sol predomina e impone sus condiciones, manga corta, bermudas y algo en la cabeza: sombrero, gorra etc, para no andar sufriendo las altas temperaturas. Cuando empieza a despertar la noche, casi todo cambia, la temperatura baja abruptamente y surgen como una muy buena opción: chalecos, chalinas o cualquier cosa que abrigue un poco, porque la luna desde allá arriba también impone sus condiciones, para no ser menos que su amigo el sol.
Si hay algo que no cambia es el ambiente, relajado y tranquilo, tanto de día como de noche.
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